Esta entrada está dividida en 7 partes en total.
Puedes leerlas juntas o por separado. Debido a la condición de orden
cronológico del blog, la primera resultará la última y la última la primera
pero puedes leerlas como prefieras.
Vanidad/ Vanity
Observé aquel enorme espejo hecho a mi misma medida.
Su marco onarmentado de madera lacada en puro oro enmarcaba en realidad mi
propia figura y mi persona y ahí residía su atractivo.
La belleza de la obra de arte barroco en nada se podía
comparar a la mía propia, la de mi cuerpo desnudo, frágil y delicado.
Observando mi propio reflejo me permití olvidarme del
Mundo por unos instantes.
Cuán hermosa era. Yo compadecía al resto que no podría
jamás estar a mi altura. ¿Los compadecía? En realidad no. Solo deseaba que
todos me contemplaran y me alabasen también.
No necesito ejercicios de modestia. Esos son para los
débiles de espíritu. Solo necesito que me adoréis como yo me adoro.
Realmente mi belleza es algo a envidiar y he de
reconocer que mi inteligencia no se hace quedar atrás, sino que equilibra todo
lo demás.
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