Lujuria/Lust
Tumbada entre mis blandos almohadones, con el
estómago satisfecho y más adormilada que nunca; me sentía de maravilla.
Dejé que mis manos recorrieran mi pecho y mi
vientre acariciándolos perezosamente y ronroneé como una gata satisfecha.
Por un momento, allí recostada y tranquila, me
permití volver a pensar en ella.
Sus cabellos rubios. Su piel de terciopelo, tan
suave y cálida. Nuestros cuerpos abrazándose, notando su aliento en mi cuello.
Abrí los ojos y suspiré profundamente.
Volví a cerrarlos. Intentando apaciguar la
respiración que empezaba a agitarse con su recuerdo, seguí acariciando mi
propia piel pero en mi mente aún había un atisbo de sus senos, que me acosaban
en sueños.
Mis dedos me hacían cosquillas bajo mi vientre y
después se perdieron en un baile entre las piernas que ya no había manera de
controlar.
Mis caderas se columpiaban al mismo compás y mi
espalda se arqueaba en espasmos sin que me diera cuenta. Jadeaba sin poder
evitarlo.
Ya no sabía ni cuál era mi nombre pero no cesaba
de pensar en ella que en mi imaginación me deseaba tanto como yo a ella.
Mi cuerpo nadaba en sus propios efluvios. Moriría
por escuchar sus gemidos pero ahora solo oía los míos propios.
El resto del Mundo nada importaba.
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