Pensaba que vería
mi futuro en las cartas,
pero abrí la baraja
y me encontré a la Muerte.
La Muerte sensual y desnuda,
como la diosa Venus.
Blanca su piel,
negro el cabello,
me mira desafiante
mientras contengo
el aliento.
Le pregunté a la Parca,
cuál era mi suerte,
me respondió sarcástica:
¿No es evidente?
Foto: David Gaite |
Hechicera
Belladona
Maleficio
Belcebú
Sacrificio
Sortilegio
Hipnótica
Cementerio
Trece viejos cuervos, trece viejas pieles, bajo el sauco se reunieron.
Trece ajadas lápidas, número de mal agüero.
Deciden la suerte, envenenan amores, preparan ugüentos,
a la luz de la luna,
alrededor del caldero...
Trece veces gritaron y después desaparecieron.
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