Fairy Oak

Fairy Oak

viernes, 5 de julio de 2013

Las sombras de tu sombra.

Siempre tuviste que ir al revés del resto del Mundo. Bien por rebeldía o por pesimismo, por una u otra cosa, acabas recorriendo el camino en la dirección contraria y para que me entiendas te pondré el ejemplo más claro.

Lo normal es que la gente se quede con lo bueno de las cosas y después su cuerpo elimine, en un rincón íntimo y personal, las mierdas que sobran. Es lo natural. Tú en cambio vas a tu rincón y, escondido, absorbes la mierda mientras que poco a poco, día tras día, expulsas todo lo bueno que hay en ti, lo alejas de tu vida.

El día en que te diste cuenta de que caminabas por un precipicio, ese día aún no era demasiado tarde para volver sobre tus pasos. Pero cuando te miraste a un espejo y no reconociste a tu propio reflejo, cuando te invadió el miedo y una mezcla de vergüenza y orgullo; preferiste olvidarte  e ignorar lo que sabías. Corriste a refugiarte de nuevo bajo las faldas de tu prostituta y dejaste de dormir para no tener sueños.

Pero un día te traicionó el corazón y entonces sí era demasiado tarde. Cuando volvieron a quemarte las emociones descubriste que ya no deseabas a esa puta pero que aún la necesitabas. ¿Podrás ser fiel a dos amantes? ¿Podrás encontrarte en los reflejos? Porque te temías y porque temías a la muerte, te perdiste en el delirio; porque temes a la soledad, porque temes al hielo y al insomnio, querrás buscar la luz y el calor de nuevo.

¿Podrá perdonarte la vida después de que tú la hayas rechazado?
¿Podrás acordarte de cómo eras antes de que olvidases incluso tu propio nombre?

No te preocupes, al menos yo permaneceré siempre a tu lado.

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