Antes de nada, antes de matarte, quiero que me entiendas.
Antes yo no era una mala persona. Bueno, en realidad quiero pensar que aún ahora no lo soy. Pero tampoco quiero hacerme ilusiones. Asumamos la realidad… Bueno, me estoy desviando del tema. Antes, al principio…. Yo era como tú, sabes. Bueno, en realidad tampoco sé exactamente cómo eres tú. Supongo que me lo imagino. El caso es que no siempre he sido un asesino cruel, simplemente era; sin más, ese es el problema ¿entiendes? Todos los días una misma persona, ni buena ni mala; ni más ni menos; ni por encima ni por debajo de resto; ¿comprendes la dimensión del problema? No, creo que no lo comprendes.
¿Y por qué yo? Te preguntarás. Eso es lo que siempre decís, ¿no? Por qué yo y no el vecino de enfrente, ese al que tanta manía he cogido; ese que en una ocasión golpeó a su pobre perro o gato o abuela, o forzó a su hija pequeña mientras su mujer estaba fuera de casa y yo escuchaba los gritos de la criatura a la que nunca creyeron; ese hombre sin corazón que se merecía esto mucho más que yo. O esa vieja vagabunda del parque a quien nadie echará de menos o aquel otro que… cualquiera que no sea yo.
Qué egoístas somos los seres humanos ¿no crees? Antes, yo solía ser como tú. Mucho peor, incluso. Pero ahora, mírame, he cambiado. Soy generoso. Decidí que si no podía otorgar una vida feliz a todos por igual, les compensaría con una muerte horrible; a todos aquellos que se cruzaran en mi camino. Sin hacer diferencias, sin discriminar. Parece una utopía, algo tan perfecto, ¿eh? Pero no lo es.
Bueno, pensarás, seguro que después de todo no es tan mala persona. Tiene una razón, un motivo, unas circunstancias y yo soy la desafortunada víctima, el pobre inocente, trágico peón del destino. Seguro que de pequeño lo maltrataron, tal vez toda su familia muriera en un horrible accidente, o hayan torturado horriblemente a su mujer y su esposa, hasta morir; y yo soy el pobre desgraciado sobre contra quien descarga su ira, sus ansias de venganza. (¿Te estás riendo de mí?)
Pues te equivocas. No tienes ni idea. Esto no es una maldita película yanqui, con sus buenos y sus malos y el juicio y toda esa mierda. Ni somos blanco, ni somos negro ¿No te lo habían dicho ya? Todos tenemos parte de razón, todo es subjetivo; pero yo no quería toda esa porquería, quería ser una cosa u otra; ¿no lo ves?
Ahora crees que estoy completamente loco. Zumbado, chalado, ido, desatornillado; un jodido enfermo peligroso, ¿eh? Todos lo decían. Y los que no lo decían, lo pensaban. No niegues con la cabeza, ahora no intentes darme la razón como a los idiotas; sé que no lo entiendes; ¡No tienes ni puta idea!
… Dios, me estoy cabreando de verdad, joder; y yo pensé que podía con esto. Pero la culpa es tuya, eres tan soberbio, tan repelente, tan… inocente.
No necesito estar loco para darme cuenta de las cosas. Aunque las personas cuerdas tampoco se dan enteran de nada. Yo sí.
La culpa es tuya, maldito egoísta. Aunque no te conozca de nada. Ni siquiera sé tu nombre. Ni tu oficio, tu ascendencia, tu religión, tus causas, tus preferencias. Pero te he visto. Te he observado, sé cosas de ti. Tienes una novia. Tienes una vida. Un trabajo. E incluso aspiraciones, me atrevería a decir. Tienes tu moral y tu ética. Tu vida no es perfecta, claro, pero te he visto sonreír. No tienes más preocupaciones que las de cualquier ciudadano normal, ni más problemas, ni más dinero, ni más orgasmos, ni nada. Estás en la media más mediocre que existe. Pero sonríes. Eres feliz. Y ni siquiera lo sabes; nunca te habías parado a pensar esto ¿verdad? No intentes negar con la cabeza, no te servirá de nada a estas alturas.
Yo en cambio, lo hice todo por ser feliz. Como tú, pertenecía al grupo de los mediocres; pero nunca fui ni de lejos feliz. Y lo intenté, vaya que sí. Sin lograrlo. ¿Por qué? Porque la vida no es justa, chaval, eso todos lo sabíamos. Pero, ¿por qué decidió que tú obtuvieras lo que yo buscaba sin ni siquiera esforzarte? ¿Por qué te sonrió a ti, en vez de a mí? Eso no lo sé. Pero he decidido hacer justicia por la vida, le hago ese favor. Es a ti a quien le toca pagar, pero en el fondo no es nada personal, de veras. No has hecho nada de lo que debas arrepentirte. Ese ha sido desde el principio tu problema.
Ahora, no te muevas. Espero que no te duela demasiado, no quiero hacértelo pasar mal, ¿vale? No soy tan malo al fin y al cabo.
Siento que no hayas podido despedirte de tu chica. Dime, ¿cómo se llama? ¿Marta? Es un bonito nombre. La buscaré en el funeral, chico, la consolaré por ti; lloraré con ella tu perdida. Puede que me acueste con ella. Jajaja no , hombre, no, tranquilo, solo bromeaba, vale.
Tranquilo, no la mataré a ella. Ella no será feliz a partir de ahora. Como debe ser, claro. Simplemente os doy lo que os merecéis. Lo que nos merecemos todos. ¿Ahora ya me comprendes? Sigues asintiendo con la cabeza como un estúpido… y no has entendido una mierda. Creo que ni siquiera me has estado escuchando, tan solo te has dedicado a temer por tu vida y a asentir cuando creías que hacía falta; esperando que me apiadara de ti en el último momento. Ves, eres un egoísta y un mierda. Como yo lo era. Bueno, yo lo he intentado y nadie puede negarlo. Tal vez con el próximo haya más suerte, otra vez será.
Buena suerte allí al otro lado ¿eh, amigo? Ha sido un placer charlar contigo.
